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La Formatgeria de Llívia, Gorguja

Aprovechando nuestra pequeña escapada por la Cerdanya, quisimos acercarnos a La Formatgeria de Llívia, en la población de Gorguja. Este restaurante tiene, para 2021, el distintivo ‘Plato Michelin’ de la prestigiosa guía Michelin. Si eres un amante del queso, no puedes pasar por alto este restaurante y la parada es casi obligatoria.

La Formatgeria de Llívia
La Formatgeria de Llívia

La Formatgeria de Llívia se encuentra en una antigua fábrica de quesos, en pleno corazón de la Cerdanya y de los Pirineos, rodeada de montañas y prados.

Su cocina, de montaña con pinceladas modernas, está dirigida por Jordi Valero y Marta Vidal. A ambos, con una larga experiencia en el mundo gastronómico, les gusta trabajar con un producto de calidad, de proximidad y de temporada y eso nos encanta en SartenPorElMango.

Tabla de contenidos

    Local 🏬

    La Formatgeria de Llívia se encuentra justo en la frontera entre España y Francia a poco más de 2 km de Llívia y encontrar el restaurante es muy sencillo, ya que hay una vaca colgada en la fachada que se ve desde la carretera.

    Como hemos comentado, el restaurante se sitúa en una antigua fábrica de quesos y eso hace que este local destaque por su gran amplitud, lo cual permite que la distancia entre las mesas sea muy amplia, cosa que se agradece, sobre todo, en tiempos de Covid-19.

    El recinto dispone de dos alturas distintas y de seis espacios bien diferenciados donde desde cada uno de ellos se puede disfrutar de las vistas que ofrece el valle que rodea este enclave.

    El interior es muy acogedor, ya que predomina mucho la madera y va acorde con la zona donde se encuentra, más si cabe si la visita es en épocas gélidas y podemos disfrutar de los paisajes nevados de los alrededores.

    Lo que nos gustó mucho es que las mesas son muy amplias y permite disponer de mucho espacio para ubicar copas, vasos, platos y cubiertos y, aun así, comer tranquilamente con mucho espacio sin problema.

    Ambiente 🕯️

    Nuestra visita al restaurante tuvo lugar en invierno y el ambiente que se respiraba era muy navideño, montañas nevadas y mucha madera en el interior.

    Nos ubicamos en la planta superior, cerca de una de las esquinas, bajo una claraboya. La verdad es que estuvimos muy bien, había mucha claridad, pudimos disfrutar muy bien del paisaje del exterior y además pudimos estar distanciados de las otras mesas.

    Es un restaurante que se puede disfrutar en pareja debido a la calma que se respira en sala, o al menos en el espacio en el que estuvimos. El tono del resto de comensales era muy débil y permitía mantener una conversación de forma muy agradable.

    El restaurante también tiene habilitados espacios para familias y grupos, ya que de camino a nuestra mesa, pudimos ver en la planta inferior mesas más grandes que aceptan más comensales y vimos varias familias y algún grupo de amigos.

    Servicio 🤵🏻

    Debido a las restricciones por la Covid-19, el restaurante solo daba un único turno para el servicio del mediodía, fuimos de los últimos en llegar y no pudimos elegir mesa, por lo que al llegar al restaurante una chica del personal nos acompañó a nuestra mesa y a partir de ahí se convirtió en nuestra camarera.

    Su servicio fue excelente, atenta en todo momento, un trato agradable y con simpatía. Nos atendió muy bien y con unos tiempos de espera muy buenos a pesar de que el restaurante estaba completamente lleno.

    Menú 👨🏻‍🍳

    Algo que echamos de menos en La Formatgeria de Llívia fue un menú degustación donde poder probar un surtido de toda su cocina. En cambio, en su carta solo se podían elegir platos individuales. La mayoría de la carta, y no podía ser de otra manera, gira en torno al queso.

    Entrantes

    Es una carta variada donde se pueden saborear varios entrantes, algunas carnes y algunos platos de temporada, aunque la especialidad de la casa son las fondues de queso. Tanto es así que tanto nosotros, como las mesas de nuestro alrededor tenían una de estas como plato principal.

    Nosotros nos decantamos por un Trinxat de la Cerdanya‘ (¿como no?) y un ‘Mi-cuit’ de pato como entrantes y la fondue de queso Camembert como plato principal.

    El Trinxat

    El Trinxat tenía una presentación muy diferente a la tradicional, más moderna, con los ingredientes por separado y siguiendo una forma cilíndrica. La parte de la verdura estaba un punto seca, así como la papada cocinada a baja temperatura que además costaba cortar. En conjunto, era un plato aceptable, se dejaba comer, con buen sabor. Lástima de ese punto de horneado que quizás dejó el plato poco jugoso.

    Trinxat de la Cerdanya
    Trinxat de la Cerdanya

    El Mi-cuit

    El plato de ‘mi-cuit‘ venía acompañado por unas tostadas y a diferencia de lo habitual, había más mi-cuit que tostadas y eso se agradece, ya que así se puede degustar bien su sabor sin que sea todo pan.

    Para nuestro gusto al mi-cuit le faltaba un poco de ese gusto tan inconfundible.

    En cualquier caso el plato estaba bueno, y había bastante cantidad, pero le faltaba ese punto de sabor tan característico.

    Mi-cuit de pato
    Mi-cuit de pato

    El plato principal

    Nuestro plato principal fue la fondue de camembert, un plato muy vistoso y atractivo por su presentación. El queso viene ya fundido en una cacerola y debajo colocan un pequeño fogón para que el queso se mantenga en un estado más líquido.

    El queso viene acompañado de (mucho) pan, de pepinillos y unos trozos de frutas y verduras crudas (manzana, zanahoria y tomates cherry). La cantidad de queso es considerable, nosotros tuvimos problemas para terminarlo y eso que nos gusta comer 😆

    El queso camembert no falló, lo que no encontramos muy acertados fueron los acompañamientos, en especial el pepinillo y la manzana. Pero bueno, en boca, el sabor mezclado con el queso fundido era, si más no, interesante.

    Fondeu de camembert
    Fondeu de camembert

    Postres

    En los postres nada que destacar, pedimos un mel i mató porque ya estábamos bastante llenos. Un postre muy correcto, presentación correcta, y sabor adecuado.

    Calidad/precio 💰

    La relación calidad/precio de La Formatgeria de Llívia es aceptable todo y que no es de lo mejor de esta valoración. La calidad del producto es buena, pero el precio es más francés que español. Decimos esto porque seguramente un comensal español pensara que el precio de la carta ‘pica’ un poco mientras que para un comensal francés será aceptable.

    Esta situación es muy común en poblaciones que están muy cerca de la frontera debido al gran tránsito de personas que hay. En Puigcerdà también pudimos confirmar esta tendencia de los precios.

    Valoración final 🚦
    • 9.3/10
      Local - 9.25/10
    • 9/10
      Ambiente - 9/10
    • 9.5/10
      Servicio - 9.5/10
    • 7.5/10
      Menú - 7.5/10
    • 7/10
      Calidad/precio - 7/10
    8.5/10

    Resumen

    La Formatgeria de Llívia, en Gorguja (Llívia) es un lugar perfecto para los amantes del queso. Esta situado en una antigua fabrica de quesos ubicada practicamente encima de la frontera que separa Espana y Francia y cuenta con dos alturas y seis espacios perfectamente diferenciados.

    La cocina de La Formatgeria de Llívia es de montana con pinzeladas modernas y especializada en quesos. Tanto el local, como su ubicacion y el servicio de su personal destacan de manera sobresaliente.

    Es un restaurante con una carta basada en platos, sin un menu cerrado o un menu donde poder degustar su cocina. El precio es un tanto elevado, asi como la relacion con la calidad del producto ofrecida.